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Por: Hermano Pablo

Soy una adolescente y tengo un problema grave…. Tengo miedo a la muerte. Hace muchos años que he estado así, y en vez de mejorar, empeoro. Días atrás recordé mi temor [y] llegué a tal punto que empecé a temblar: todo esto debido a que tengo la sensación de que moriré pronto. (más…)

¿Cuál es tu Identidad?

Publicado: 20/06/2011 en Temas Juveniles

Imaginemos que nos encontramos con una persona que no conocemos y nos pregunta: ¿Cuál es tu nombre? ¿Cuántos años tienes? ¿A qué te dedicas? Y .. ¿Quién eres? …

Podemos pensar que ya hemos respondido esta pregunta, pero quiénes somos es una pregunta que trasciende el nombre, la edad, el género o la nacionalidad.

¿Cuál es nuestra identidad?

Desde un punto de vista psicológico puede decirse que identidad personal es la que hace que uno sea “sí mismo” y no “otro”. Se trata pues, de un conjunto de rasgos personales que conforma la realidad de cada uno y se proyecta hacia el mundo externo permitiendo que los demás reconozcan a la persona desde su “mismidad”, esto es, en su forma de ser específica y particular.

 La individualidad sólo es posible cuando s e exterioriza la personalidad auténtica del ser humano, de manera tal que éste pueda reconocerse a sí mismo como parte de la humanidad en general y simultáneamente, como un ser único y diferente de los demás. Esto es pues, la identidad.

 Algunos autores diferencian entre la identidad (en el sentido de identificación) que refieren a información cuantitativa y cualitativa que al ser observable y medible, puede asegurar que se trata de un individuo y no de otro, y la identificación personal que destaca los caracteres propios y distintivos que hacen que cada sujeto pueda diferenciarse de los demás, de esta manera, la identidad personal no se agota en la identificación.

 ¿Cuáles son los rasgos que nos definen? ¿Son, acaso, los rasgos con los que Dios nos ha definido?

 “Así que, ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” (Gálatas 4:7)

 “Vosotros sois la luz del mundo; una c iudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14)

 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres” (Mateo 5:13)

 Si no somos lo que debemos ser perdemos nuestra verdadera identidad.

Nadie nos conoce mejor que nuestro creador y él sabe con el propósito con el que hemos sido hechos. Dios nos hizo a su semejanza para ser la luz y la sal de este mundo. Cuando estábamos muertos nos rescato y nos dio la vida eterna. Nos hizo sus hijos para anunciar la buena noticia. ¿Somos acaso estas cosas? ¿Son estos los rasgos de nuestra identidad? ¿Nos reconocen como luz y saben que nuestras acciones hablan de nuestro Padre?

Busquemos llegar a ser lo que debemos ser. Lo busquemos cada día como buscamos los alimentos y el agua para vivir.

 Y cuando nos pregunten quienes somos podamos decir: soy hijo del Dios vivien te, heredero del Reino de los cielos, la luz que Dios puso en la tierra para alumbrar y la sal de este mundo. Que esta sea nuestra realidad. Amén.

No Puedo Perdonar

Publicado: 15/04/2011 en Temas Juveniles
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Éste ha sido un flagelo en mi vida muchas veces. Qué difícil se torna hablar sobre el perdón sin que vengan a nuestra mente frases como “Perdono pero no olvido”, o “cuando me sienta mejor, perdono” o “aunque lo intento, no puedo perdonar…”

Numerosos ejemplos encontramos en la Biblia el acerca del perdón… ¡Cuántas veces perdonó Jehová al pueblo de Israel en el peregrinaje por el desierto! Sin olvidar el padre al hijo pródigo en el Nuevo Testamento. Varios ejemplos de Jesús perdonando pecados, previos a un milagro. Pero no podemos dejar de pensar, al mismo tiempo, “si, pero estamos hablando de Jesús mismo, Dios mismo, y yo nos soy Dios…”

Entonces con cuánta más razón deberíamos poder perdonar, si Dios mismo, en su perfección, en su magnificencia y en su bondad, pu ede hacer a un lado nuestro pecado, nuestra maldad, nuestra iniquidad y nos otorga el perdón, ¿Acaso somos nosotros superiores a Dios, que nuestra medida de valores sobrepasa a la de Dios mismo que no podemos perdonar? Obviamente la respuesta es no, y peor aún, tiene un agregado: es “no puedo”… ¿o no quiero?

Ahora bien, encuentro algo notablemente interesante en los ejemplos bíblicos acerca del perdón, y es que todos, tienen una base que no puede pasar inadvertida, y es el amor. Tanto en los ejemplos de Antiguo, como en los del Nuevo Testamento, observamos que previo al perdón, queda demostrado el amor del perdonador hacia el perdonado, hacia el ofensor. Entonces tengo que remitirme primeramente a mi situación de amor hacia la persona que me ofendió, me agredió, o lo que sea que me haya hecho.

¿Cómo está mi sentimiento hacia esa persona? Seguramente dañado, y el amor, está quebrado. Dos pasajes se vienen al instante a mi cabeza: Levítico 19:18 y 1 Corintios 13.

El 1º expresa: “… y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El 2º, una antología del amor… “el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta… el amor nunca deja de ser…” entonces, comienzo a pensar que el perdón, es casi una consecuencia de mi amor hacia el otro.

“Como a ti mismo”, pide el Señor en Levíticos… “Como a ti mismo”, retumba en mi cabeza… ¿realmente me amo lo suficiente a mi mismo como para poder amar al otro y recién afrontar el perdón? Entonces, encuentro algunas razones por las que vale la pena amarnos a nosotros mismos:

  1. Porque Dios nos hizo únicos y a su imagen y semejanza. (Génesis 1:26-27)
  2. Porque Dios me amó primero. (Juan 3:16)
  3. Porque somos privilegiados de ser escogidos hijos del Dios mismo. (Isaías 41:9)
  4. Porque tenemos un propósito en esta vida. (Efesios 2:10)
  5. Porque Dios mismo nos da el amor. (Gálatas 5:22)
  6. Porque tenemos otros a quienes amar. (1 Juan 4:7)

Cuando tengo en claro el porqué soy importante, el porqué debo amarme a mi mismo, entonces recién puedo comenzar a trabajar sobre la frase “ama a tu prójimo”, y allí entra en juego 1 Corintios 13

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser… Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”

Paso mi amor por el cedazo de este pasaje, ¿Cuánto queda de él? A medida que avanzamos en la lectura, seguramente va cayendo nuestro sentimiento hasta quedar con las manos vacías… Y es en este mome nto, cuando cobra valor la frase: “no puedo perdonarte, porque simplemente no puedo amarte”…

¿Cómo hago para amar? Tengo que mirar a mi hermano, a través de los ojos de Jesús, porque si lo hago a través de los míos, entonces lo más probable es que nunca pueda concretar el perdón.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. “ (Filipenses 2:7-9)

Jesús siendo Dios mismo se humilló a sí mismo por amor, por mí y por mi hermano también. Entonces debo mirar a mi hermano a través de la cruz, no puedo ignorar que ambos estamos en igualdad de condiciones ante Dios.

Cuando haya “re parado” mi amor hacia el otro, entonces recién puedo retomar el trabajo del perdón. Tanto amar como perdonar, tienen que ser puestos en oración, imposible lograrlos solos, dependemos si o si de Dios para guiarnos.

No existe “no puedo perdonar” en realidad es “no quiero perdonar”, “cuando me sienta mejor, perdono” debe ser sustituido por “ahora comenzaré el proceso del perdón”, y “perdono pero no olvido”, por “perdono, de igual manera que Dios me perdono primero a mí.” Por supuesto que el proceso del perdón es extenso, y demanda mucho de nosotros, a veces no perdonamos porque es más fácil mantenernos igual, bajo la excusa del no poder por plena comodidad.

Tanto el amor, como el perdón, tienen 4 características que los vuelven más importantes y difíciles aún:

  1. No pueden lograrse solos, dependen de un tiempo de oración y búsqueda de Dios para poder llevarlos a cabo.
  2. Si no son logrados provocan lo que conocemos como raíces de amargura que dañan el corazón de múltiples maneras.
  3. Sólo los podemos dar por superados cuando son puestos a prueba.
  4. Una vez superados, son signos de crecimiento y madurez espiritual, y estaremos listos para nuevos desafíos en el camino del Señor.

Y en el punto número III quiero detenerme finalmente: Si tenemos que enfrentar la experiencia del amor y del perdón, el Señor va a ponerlos a prueba en alguna situación, si o si deberemos enfrentar a la persona que nos dañó, y tendremos que demostrarle nuestro amor, y nuestro perdón. No digo que será un momento fácil, pero si de victoria, en dos sentidos, hacia el otro y hacia mi mismo, y el lugar que ocupaba en nuestro corazón el mal sentimiento, será llenado por la bendición de haber perdonado. Es dar sanidad a nuestra propia vida, es dejar de tener el corazón enfermo y herido, es crecer como cristiano, como persona, co mo ejemplo a los demás. Es tener mas para dar y enseñar, es ser, cada día un poquito más parecido a Él, nuestro ejemplo, Jesús. Es morir a nuestra carne para que viva Él en nosotros, es para hacer realidad en nosotros Su Palabra:

“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús… Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.” Filipenses 3:12-14,17.

Que este pasaje del Apóstol Pablo, sea una realidad en nosotros, ojala día a día, el Señor nos vaya perfeccionando en amor, para lograr el perdón que tanta sanidad espiritual brindará a nuestras vidas. ¡¡¡Amén!!!

La Pérdida de un ser amado es la situación más difícil que puede vivir el ser humano. Pero a pesar de ser la prueba más difícil en la vida, la muerte es parte de la vida, lo difícil aquí es cuando la muerte llega de forma inesperada y en personas que son jóvenes y tienen toda la vida por delante. Recuerdo mi abuela que una tarde estando yo trabajando cuando tenía solo 15 años me llamó por teléfono y me comunico la muerte de mi tío su hijo menor, yo no supe que decir, ella me dijo que no hay dolor más grande que este. Recuerdo que estábamos junto al lado del cuerpo sin vida de mi tío y mi abuela le acariciaba con tanta ternura, su dolor era inmenso.

Entendí que el dolor era lo más justo y sano que puede sentir una persona en esos momentos ya que ese dolor es lógico a causa del amor que se tiene p or ese ser querido. A veces tratamos de que la persona no se sienta mal o intentamos de darles razones por la que esa persona ha partido por lo tanto no debe estar más triste, pero es necesario que dejemos que en esos momento la persona pueda expresar su dolor ya que el dolor es la expresión del amor y si hubo amor es auténtico el dolor.

El luto es parte también de poder trabajar la pérdida de un ser querido, antiguamente las personas llevaban durante un tiempo una señal de luto sea una cinta negra en su brazo o una ropa oscura, esta señal era para dejar en claro que si estaba uno triste era por una perdida y esa tristeza era justa y que era necesario un tiempo para aceptar la partida de esa persona y que nada de este mundo puede reemplazarla.

Para enfrentar la pérdida de un ser querido tenemos que entender que:

La muerte es parte de la vida. Y tenemos que aceptar esto de la misma forma que aceptamos la vida. La muerte to ma un espacio en nuestro destino y por más que tratemos de verlo como el fin de todo es en realidad una parte muy importante de nuestro traspaso a la eternidad. Está claro que todos vamos al cielo pero nadie esta apurado para eso, pero no depende de nosotros esto, está escondido en Dios cuando será el momento la hora y las circunstancias.

Todas las personas cumplimos propósitos divinos en la tierra. Debemos seguir viviendo para cumplir el propósito de Dios que nos ha encomendado, este es el sentido de la vida, muchas personas viven nada más, es decir, vivir y de la mejor manera es lo más importante, el resto da igual. Esto es sobrevivir y no cumplir el propósito de Dios en la vida. Los seres humanos somos criaturas creadas de forma individual, tenemos que cumplir el propósito para el cual estamos aquí en la tierra.

La muerte para el cristiano es un cambio de estado y en realidad una transformación, así lo expresa el apóstol Pablo cuando di ce: 1Co 15:53 “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” Sin esta transformación no le es posible al hombre poder ser transformado como una nueva criatura.

Dios es soberano en sus decisiones.Es difícil para el cristiano entender la soberanía de Dios. El porqué, él hace y permite las cosas. Hay respuestas que Dios se ha reservado de responder, no sabemos por qué, pero es así. Sin embargo llegara el momento que estemos cara a cara con él y allí sabremos todos los porqués. Esto es parte de nuestra esperanza

El dolor que sientes es justo y nunca pasará ni tampoco debe ser así, porque así como tu amaste a ese ser, así de grande será el dolor que sentirás. Pero con el tiempo ese dolor se convertirá en aceptación y el amor será aun más intenso. Ese ser querido será alguien irremplazable y así quedará en tu corazón, los bellos recuerdos y el amor dado y recibido serán para ti en el futuro un consuelo un motivo de agradecimiento permanente.

NO hay palabras de consuelo en una situación de perdida, mucho menos cuando esta es inexplicable es decir nada ni nadie podría explicar porque un niño debe morir o porque un padre o madre joven de familia muere dejando a todos sus seres queridos con la tremenda pregunta del ¿Por qué? Y mucho menos explicable es la famosa frase que siempre se dice “no te preguntes ¿por qué?, ¿sino para qué? Y la persona se pregunta ¿habrá un para qué? Creo que esa frase solo hace el entendimiento de la tragedia mucho más difícil.

La única forma que podemos al menos entender y sobrevivir ante este tremendo suceso es entender la muerte desde la eternidad. Nada de lo que sucede en esta vida está fuera del plano eterno para el cual el hombre ha sido creado.

Permítame ayudarle en esto yo se que tal vez está pasando por una situación muy dolorosa en este momento y le ruego que no deje de leer esto se que es una revelación del Espíritu Santo.

La eternidad es el espacio de tiempo en el que Dios actúa, por lo tanto Dios planifica y actúa en base a la eternidad del hombre, vea que (Isaías 55.8) los caminos y los pensamientos de Dios no son los nuestros y esto se debe a que el al planificar desde la eternidad y hacia la eternidad el camino de una ser humano, hay en ese proceso no solo la vida en la tierra sino también la liberación del cuerpo mortal que es un camino hacia la eternidad que Dios planea.

Cuando Dios en su soberanía toma una vida de forma inesperada de la tierra no la ha cortado de aquí más bien la ha tomado para sí y en este plano eterno lo que Dios ha hecho es liberar a esa vida del plano humano y hacerla pasar al plano eterno para seguir su caminos hacia la verdadera condición que l ser humano debe alcanzar. 1Co 13:10 “ mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.”

El sentimiento de muerte es sepa ración y es por ellos que sufrimos estas perdidas, el dolor y la desesperación hacen que si uno piensa en el plano humano, si bien perdimos y hemos sido separados, pero si pensamos en el plano eterno de Dios esa es una separación momentánea la cual solo la podemos entender y aceptar de esta manera.

La muerte solo la podremos entender desde el plano de la eternidad.

Un amigo mío que ha fallecido hace unas pocas semanas estando en el momento más difícil de su enfermedad dijo las siguientes palabras. “El lugar más profundo donde puedo caer es en la mano de Dios”.
Una esposa llena de tristeza expresó las siguiente palabras en la despedida de su amado “Mi amor por ti nunca cambiará, es un hasta pronto y no un adiós, doy gracias a Dios por tu vida”

Para Reflexionarlo!!!!

Publicado: 23/03/2008 en Temas Juveniles

Es la tarde de un viernes típico y estás manejando hacia tu casa. Sintonizas la radio. El noticiero cuenta una historia de poca importancia: En un pueblo lejano han muerto 3 personas de alguna gripe que nunca antes se había visto. No le pones mucha atención a ese acontecimiento… El lunes cuando despiertas, escuchas que ya no son 3, sino 30,000 personas las que han muerto en las colinas remotas de la India.

Gente del control de enfermedades de los Estados Unidos, ha ido a investigar. El martes ya es la noticia más importante de la primera plana del periódico, porque ya no solo es la India, sino Pakistán, Irán y Afganistán y pronto la noticia sale en todos los noticieros. Le están llamando ‘La Influencia Misteriosa’ y todos se preguntan: ¿Cómo vamos a controlarla? Entonces una noticia sorprende a todos: Europa cierra sus fronteras, no habrá vuelos a Francia desde la India, ni de ningún otro país donde se haya visto la enfermedad.

Por lo del cierre de fronteras estás viendo el noticiero cuando escuchas la traducción de una mujer, en Francia, que dice que hay un hombre en el hospital muriendo de la ‘Influencia Misteriosa’. Hay pánico en Europa. La información dice, que cuando tienes el virus, es por una semana y ni cuenta te das. Luego tienes 4 días de síntomas horribles y entonces mueres. Inglaterra cierra también sus fronteras, pero es tarde, pasa un día más y el presidente de los Estados Unidos, George Bush, cierra las fronteras a Europa y Asia, para evitar el contagio en el país, hasta que encuentren la cura… Al día siguiente la gente se reúne en las iglesias para orar por una cura y entra alguien diciendo: Prendan la radio y se oye la noticia: 2 mujeres han muerto en New York.

En horas, parece que la enfermedad invade a todo el mundo. Los científicos siguen trabajando para encontrar el antídoto, pero nada funciona. Y de repente, viene la noticia esperada: Se ha descifrado el código de ADN del virus. Se puede hacer el antídoto. Va a requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado y de hecho en todo el país se corre la voz que todos vayan al hospital mas cercano para que se les practique un examen de sangre. Vas de voluntario con tu familia, junto a unos vecinos, preguntándote qué pasará? ¿Ser este el fin del mundo?… De repente el doctor sale gritando un nombre que ha leído en el registro. El más pequeño de tus hijos está a tu lado, te agarra la chaqueta y dice: ¡Papi, ese es mi nombre! Antes de que puedas reaccionar se están llevando a tu hijo y gritas: Esperen!… Y ellos contestan: todo está bien, su sangre esta limpia, su sangre es pura. Creemos que tiene el tipo de sangre correcta.

Después de 5 largos minutos los médicos salen llorando y riendo. Es la primera vez que has visto a alguien reír en una semana. El doctor de mayor edad se te acerca y dice: ¡Gracias, señor!, la sangre de su hijo es perfecta, está limpia y pura, se puede hacer el antídoto contra esta enfermedad… La noticia corre por todas partes, la gente está orando y llorando de felicidad.

En eso el doctor se acerca a ti y a tu esposa y dice: ¿Podemos hablar un momento? Es que no sabíamos que el donante sería un niño y necesitamos que firmen este formato para darnos el permiso de usar su sangre. Cuando estás leyendo el documento te das cuenta que no ponen la cantidad que necesitarán y preguntas: ¿Cuánta sangre?… La sonrisa del doctor desaparece y contesta: No pensábamos que sería un niño. No estábamos preparados. La necesitamos toda!… No lo puedes creer y tratas de contestar: ‘Pero, pero…’. El doctor te sigue insistiendo, ‘usted no entiende, estamos hablando de la cura para todo el mundo. Por favor firme, la necesitamos…toda. Tu pregunta: ¿pero no pueden darle una transfusión? Y viene la respuesta: ‘si tuviéramos sangre limpia podríamos…’ ¿Firmará? .¿Por favor?… ¡Firme!!….En silencio y sin poder sentir los mismos dedos que sostienen el bolígrafo en la mano, firmas. Te preguntan’ ¿Quiere ver a su hijo? Caminas hacia esa sala de emergencia donde está tu hijo sentado en la cama diciendo: ¡Papi!, ¡Mami!, ¿qué pasa?

Tomas su mano y le dices: Hijo, tu mami y yo, te amamos y nunca dejaríamos que te pasara algo que no fuera necesario, ¿comprendes eso? Y cuando el doctor regresa y te dice: Lo siento necesitamos comenzar, gente de todo el mundo está muriendo… ¿Te puedes ir? ¿Puedes darle la espalda a tu hijo y dejarlo allí?… Mientras él te dice: ¿Papi? ¿Mami? Por qué me abandonan… A la siguiente semana, cuando hacen una ceremonia para honrar a tu hijo, algunas personas se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque prefieren ir de paseo o ver un partido de fútbol y otras viene a la ceremonia, con una sonrisa falsa fingiendo que les importa.

¡Quisieras pararte y gritar: Mi hijo murió por ustedes!!!! ¿Acaso no les importa?… Tal vez eso es lo que Dios nos quiere decir: ‘Mi hijo murió por ustedes, ¿todavía no saben cuánto los amo? Es curioso lo simple que es para las personas desechar a Dios y después preguntarse por qué el mundo va de mal en peor. Es curioso ver como creemos todo lo que leemos en el periódico, pero cuestionamos lo que dice la Biblia. Es curioso como nos esforzamos día tras día atesorando bienes terrenales y no dedicamos unos cuantos minutos a atesorar los bienes celestiales. Es curioso como alguien dice: ‘Yo creo en Dios’, pero con sus acciones demuestra que sigue a otros.

Es curioso como enviamos millares de ‘bromas’ a través de un correo electrónico…, mismas que se esparcen como un fuego voraz, pero cuando envías mensajes que tienen que ver con Dios, la gente lo piensa antes de compartirlos con otros. Es curioso como la lujuria, cruda, vulgar y obscena pasa libremente a través del ciberespacio, pero la discusión pública de Jesús es suprimida en las escuelas y en los lugares de trabajo. ¿ES CURIOSO, VERDAD? Más curioso es ver como una persona puede ser un cristiano tan ferviente en domingo, pero ser un cristiano invisible el resto de la semana.

Es curioso que cuando termines de leer este mensaje, no sientas la necesidad de compartirle a muchos de los que conoces ¿simplemente porque no estas seguro(a) de lo que ellos creen o vayan a pensar? Es curioso como nos preocupamos más de lo que la gente piensa, que de lo que Dios piense de nosotros. ¡No te detengas, envíalo y que tengas un feliz día, Reenvialo!!!!…